HISTORIA

Los antecendentes de este trazo obedecen a un tríptico que me fue entregado en la COMECIM Comisión Mexicana de Ciclismo de Montaña cuando tramitaba la licencia para correr el SERIAL del  DF en 1997.

Mi nombre es Luis Armando Ramírez Arana, escribiré en 1º persona pues los hechos, la historia y las circunstancias hasta el día de hoy me han indicado que mi labor sigue y seguirá siendo difundir este trazo increíble alrededor de la ciudad de México, me he rodeado de grandes amigos del ciclismo mexicano que por una y otra razón han seguido su camino, por ahora sigo al frente de esto que dejó de ser un proyecto y que hoy en día es un trazo que ha evolucionado con el paso de los años hasta convertirse en virtual con GPS Global Position System.

Muy bien, en 1997 un folleto nos había ilusionado, estaba impreso por SECTUR, Secretaria de Turismo. se llamaba Las montañas del valle de México en bicicleta todo terreno; estaba escrito por Erik Hernández Desentis, el simple hecho de abrirlo y ver la pintura impresa de José Covarrubias era impresionante y se veía como un sueño para alguien que le ilusiona rodar por las montañas y aventurarse a perderse en ellas.  Cuando lo tuve en mis manos en seguida fui a buscar a mi vecino Leonardo Limonchi, con él asistía a las carreras alrededor de la ciudad, tenía 26 años y manejaba un Renault 5 con el que poníamos el rack de tubos en la cajuela e ibamos a donde hubiera carreras. En ese entonces la bici de montaña estaba en sus inicios en el país, acudíamos a todas las carreras posibles. 

Algunas carreras eran en la zona del recorrido, aprovechabamos para conocer, orientarnos y hacer preguntas en los poblados. Mientras todos corrían a velocidad nosotros ibamos ávidos de conocer la montaña, de vislumbrar algún sendero y la carrera quedaba en segundo término. Ahí había comenzado esta aventura,  Chiluca, El Cerro del Pelado, Milpa Alta, Salazar y Valle de las Monjas eran de las más concurridas. Ya teníamos puntos conocidos, el resto cada fin de semana lo investigabamos pedaleando desde casa. 

Durante 1997 navegamos a mapa y brújula, teníamos el 80% del recorrido, nos sentíamos listos y entonces programamos la primer vuelta al valle en mayo de 1998. Salímos el 1º de mayo de Chiluca en la entonces llamada caseta de Colosio cerca del Naucalli, terminamos el día 7 en la tarde en las pirámides de Teotihuacán. Uff que increíble vuelta, inolvidable, acampamos 6 noches,  342 km con errores de desvío, lo habíamos logrado, estabamos extasiados. Esta vez había incendios forastales, se había recomendado no salir a hacer actividad física, se había declarado contingencia ambiental y las montañas estaban humeando, vimos prenderse el monte en la zona del Ajusco, en la madrugada los comuneros apagaban los incendios y nosotros dormíamos resguradados en las llamadas tumbas de tierra. Fue una aventura épica y alucinante, nunca tuvimos miedo, estabamos empoderados con lo que hacíamos y creíamos firmemente que nuestros objetivos se cumplirían simplemente por que así lo deseabamos tanto tanto que tendría que ser así. Leonardo era un tipo aventurero y que confiaba, eso me daba tranquilidad y tomaba mi papel de navegante. Digamos que había un rudo y un técnico, los dos aprendimos mucho uno del otro y nos hicimos amigos entrañables, con el tuve la fortuna de pedalear La Vuelta durante 6 veces. 

Pedaleamos nuevamente en 1998 en Noviembre y ahí decidimos que era la mejor época para rodar el trazo debido a lo compacto del sendero una vez que pasaban las lluvias.

Se pedaleó en 1998 Mayo y Noviembre, Noviembre de 1999, Noviembre del 2000 y Noviembre de 2001.

En 2001 el destino me había hecho llegar un GPS a la oficina, una señora lo había encontrado tirado en el centro y lo llevó a donde trabajaba para ver si los ingenieros sabían para que servía, cuando lo vi me brillaron los ojos y le dije a la señora que me lo dejara, que iba a buscar el manual y si lo encontraba pues se lo compraba. Recuerdo haberle dado $500 pesos de ese entonces,  luego consegúi el cable serial para conectarlo a la computadora y entonces comencé a trazar con puntos conocidos la ruta. Hoy en día sigo pensando que las cosas llegan a tu vida por que así están matemáticamente calculadas. El destino es destino. De las cosas que La Vuelta me ha enseñado. En ese entonces un GPS era como tener un instrumento que solo tenia la NASA.

Entonces llegó el software Oziexplorer, Viktor Díaz del CEMAC de Toluca me había compartido y regalado una licencia para explotarlo en la versión PRO, luego salió la versión 3D, era un juguetote. Soñaba con lo que hoy en día es google earth pero era lo que había y con eso fue suficiente para tenerlo virtualmente. Ahí comenzó la nueva era de La Vuelta, trazado con GPS empezamos a recortar distancia y a encontrar los mejores senderos. Ese año la titulamos como la vuelta HI.-TECH por que habíamos integrado la tecnología GPS al recorrido. 

Para 2002 ya llevaba el GPS colgado de la correa de la mochila, todavía no había soportes de manubrio, ademàs lo cuidaba mucho de cualquier caída, era la primer vuelta siguiendo el trazo virtual, el mapa iba en la mochila solo por emergencia. Fue la última vuelta con Leonardo y era la primera vez que llevabamos invitados, Sergio Sánchez Piña y Jesús Alberto Arellano, recuerdo que fueron 8 días debido a que nos llovió casi todos los días, fue muy dura y fría. Cargamos mucho y se dieron varias averías en el tramo de Parres – Amecameca, un desviador que colgaba de la pata del cuadro y un aro pelado que se quedó sin gomas del V-Brake peló toda la superficie de frenado. Sergio corrió junto con la bici y cargando mochila casi 20 km. Se acabó un tennis frenando con la llanta en las bajadas.

Para 2003 seguí difundiendo la Vuelta, escribía en el foro de Yahoo df_meb las reseñas de las investigaciones domingueras de la ruta, conocí muchísmos ciclsitas de montaña, entre ellos a Bernarda Elizondo y Javier García Egan. Un viernes estaba en mi oficina y recibí una llamada de Javier que me decía: Hey Luis estoy en DF, vine de USA para pedalear La Vuelta al Valle, creés que sea posible? Nos podemos reunir? quiero ver el equipo que llevas y que también veas el mío, tengo una bici en un departamento de mi padre, esta en la Narvarte, me hace falta alistarme y si dices que sí pues nos vamos. Entonces contacté a Berni y nos reunimos, en la reunión se pusieron de acuerdo y comentaron que ellos pagaban los gastos si los guiaba. Acepté la propuesta y entonces lo hicimos; esa vez el ritmo y el recorte de cerros fue tal que el primer día les comenté que al paso que traíamos era posible que lo hicieramos en 4 días, situación que así fue. Berni pedaleó los 4 días mientras que Javier tuvo que bajar a la ciudad desde Parres para reparar una rueda libre pegada para reencontrarnos en Amecameca.  Llegamos de noche a Teotihuacán. Habíamos roto el récord. 

En 2004 con el patrocinio de sosmtb.com se hizo la Vuelta No. 8, Sóstenes Melgarejo nos puso una camioneta con chofer que llevaba el equipaje, bíberes y toda la actitud de cumplirla, se rodó nuevamente en 4 días, 380 km y 34 horas de pedaleo, nos hicieron una publicación en el Reforma. Fue muy divertido, esa vez Bernarda Elizondo nos dió el hospedaje en PopoPark al pié de los volcanes. Asistió Viktor Díaz con Roberto Aguilar del CEMAC de Toluca. Ya estaba la logística y el trazo para 4 días, seguíamos saliendo de Santana Jilotzingo en el llamado Valle del Toro que en el mapa hoy en día aparece como Valle de Lorcas muy cerca de la presa Iturbide.

Durante 2005 comencé a contratar un pesero que nos dejaba en el inicio de la ruta y nos recogia al final. Ya estaba guiando La Vuelta, eran mis primeros trayectos organizados, hacía playeras conmemorativas y algunos recuerdos, ese año se hizo nuevamente en domingos separados.

Luego vino el 10 Aniversario en 2006, se reunieron varios ciclistas, Efraín Coronado, Javier Almazán, Jesús Alberto Arellano, Eduardo Molina y su servidor y amigo Luis Arana. Fue un trayecto súper congelado hasta el Ajusco, terminamos a la 1 am del siguiente día a los piés del Valle del Tezontle. Solo continué con Edu Molina y Jesús Alberto (Chui). Nos dejaron toda la comida y recuerdo que la disfrutamos muchísimo, había a manos llenas de todo que comer y beber además de una Van con chofer para 3 personas. Estuvo increíble, una de las que más he disfrutado al hilo pues ya teníamos una logística y organización más segura.

Dejé de pedalear La Vuelta por 4 años, hacía algunos tramos los domingos o utilizaba parte para ir a algunos otros lados como Malinalco, Chalma, Valle de Bravo, Pentahouse desde Chiluca, Salazar, etc. Andaba por las montañas haciendo conexiones que luego sirvieron para las siguientes vueltas. 

Ya había renunciado a volverlo a realizar, el desgaste mental y físico era para mí sumamente agotador, la presión de llevar un grupo siempre me ha rebasado; el hecho de no decirlo generó en mí una situación que hoy en día no puedo describir, es un sentimiento como me dice un amigo, amor-odio a La Vuelta. 

Para 2011 se me había metido el gusanito de nuevo y entonces lo organicé en  domingos, la titulé 4 enduros; realmente me había inspirado en lo que hacían las motos en la zona del Ajusco; algo así como 4 rodadas largas y duras. Se volvió a realizar, en esta rodadad tuve el placer de conocer a Rodrigo Becker (Ron Pócola) que traía toda la actitud de pedaleo a tope y largo.

Durante 2012 nos hicimos de muy buenos amigos y entrenamos unos meses bastante duro. Ahí fue que le propuse hacerlo en 3 días, ya había ganado suficiente ritmo y condición física para hacerlo; estaba seguro que se podía, se lo propuse a Ron Pócola que tenía con que y yo también; esa vez nos acompañó Jorge Luis Ramirez y Sergio Sánchez Piña. Empezó la rodada y a Jorge Luis lo tuvimos que dejar en El Puerto El Guarda, seguimos con Sergio hasta el Iztaccíhuatl donde se nos quedó en la zona de salida a la carretera de Río Frío, continuamos y cumplimos los 3 días, nuevamente se había roto un récord. Era entonces la edición No. XII.

Las Carreras desde 2013

Para 2013 Ron me propuso hacerlo en carrera y entonces preparamos la logística, esa vez dimos un formato que no se repitió, había que recoger unos tags de plástico en varios puntos de la ruta, los amigos de Fuego Nuevo me ayudaron a entregarlos en la zona del Iztaccihuatl, estuvo muy buena para ser la primera cronometrada, traíamos un CRONÓMETRO digital en el techo del auto. Se hizo en 4 etapas y terminamos todos felices en Teotihuacán, se entregaron medallas a todos por ser la primera vez, no importó que se hubiesen o no cumplido todos los kilómetros, se trataba de reconocer a quienes habían estado ahí, fue histórico.

En 2014 hicimos un Serial que llamamos Old School, se corrío en 4 domingos y fue la XIV edición, luego una en 4 etapas al final del año la XV edición. 

Para 2015 de nuevo 2 competencias, un Old Scool y una para eXpertos en 3 etapas, nos acompañó Toño Escarcega que había sido campeón nacional de pista en persecución por equipos y también en MTB. Nos dió mucho gusto que participara, por supuesto fue el campeón 2015.

En 2016 se realizó de nuevo el Serial Old School y desde aquí decidimos una por año debido a lo complicado de la logística que se debe implementar en un trazo de este tipo donde se tiene a los corredores en alta montaña. 

Para 2017 volvimos a proponer una versión en 3 etapas para eXpertos, ya se estaba convirtiendo en un deseo por muchos ciclistas mexicanos pero no todos lo podían conseguir.

Luego en 2018 se cumplieron 20 años y la propusimos guiada para facilitar a los que no tienen GPS el hecho de pedalear los 310 km que se tenían en ese momento trazados como la mejor y más viable de todas las versiones al momento. Esta vez se subía por la parte derecha del cerro de los 3 muñecos, versión que ya quedó en el pasado. Fue la última propuesta por ahí. 

En 2019 se hizo una para eXpertos y fue un agasajo, muy fluido el trazo y perfeccionado, los que lo consiguieron quedaron felices, entonces apareció ahí Alex Cruz de RYC (rudos y cursis), recuerdo haberlo visto muy concentrado, fue el último en llegar, se le hizo de noche pero estaba seguro de que era muy feliz, lo habia conseguido, lo tenía en la mira varios años atrás, es muy bonito verlos llegar a la meta y sentir su entusiasmo que sin duda queda en la memoria por muchísmo tiempo, la sensibilidad que te deja una situación de estas es indescriptible y difícil de explicar; solo quien lo hace sabe de lo que se habla. Son de esas lecciones de vida que te forjan para siempre y Alex aquí se transformó.

En 2020 y 2021 cuando la pandemia COVID-19 se hicieron en 3 etapas para eXpertos, modificamos los kilometrajes por día y entonces quedaron nuevas etapas que sin duda han sido las más fluidas y extasiantes desde que empezamos a hacer esta Vuelta. 

2022 La Vuelta eXpert de nuevo, nos acompañaron los amigos del CEMAC de Toluca, se consiguieron 5 medallas más de finalista, nuevamente se hizo, esta vez entre amigos, no hicimos difusión, estaba complicado abrir competencia de nuevo pues ya se ha visto en años pasados que son pocos los que deciden participar, el filtro es grande y hace de las suyas sin embargo con una asistencia de 13 personas salimos del Otomí y ahora estamos cumpliendo la XXIV edición y esperando celebrar los XXV años de La Vuelta al Valle de México el siguiente año 2023.